Se podría pensar que existe un
claro consenso con respecto a las características y competencias que sirven
para definir a un niño competente y con un buen desarrollo psicológico y
comportamental. Sin embargo, es bastante probable que el asunto esté mucho
menos claro de lo que pensamos pues, con demasiada frecuencia, se confunde el
desarrollo saludable con la ausencia de problemas.
La perspectiva del desarrollo positivo se fundamenta
en diferente modelos teóricos entre los que se encuentra el modelo bioecológico
de Urie Bronfenbrenner (1979/1987, 2005). Este modelo pone el énfasis en la
interrelación que se establece entre la persona en desarrollo y los sistemas
ambientales en los que se desenvuelve. Entre ambos sistemas -persona y
ambiente- existe un proceso de ajuste, de adaptación mutua y acomodación.
El microsistema corresponde el entorno inmediato de la
persona. La familia, la escuela, los iguales, son los principales microsistemas
en la vida de un niño y un adolescente. . El bienestar y crecimiento de la
persona en desarrollo depende de las interrelaciones continuas y dinámicas que
se producen entre ésta y los contextos sociales además de la edad concreta del
niño ya que esta nos indica en que estadio se encuentra.
Es decir, el desarrollo moral y social influyen
decisivamente en el desarrollo positivo del niño.
La figura 1 uno nos muestra el desarrollo moral en
referencia a la edad del niño.
Esta es una tabla adicional de la
concepción teórica del desarrollo moral de Köhlberg:
Figura 1.
La figura 2 nos muestra algunos aspectos del
desarrollo social en la infancia y la madurez.
Figura 2.
SOCIALIZACIÓN
=
PRIMARIA
SECUNDARIA
|
ETAPA CRONOLÓGICA
|
Infancia
|
Madurez
|
|
INTERNALIZACIÓN
|
Fuerte
|
Débil
|
|
ADHESIÓN EMOCIONAL
|
Imprescindible
|
Prescindible
|
|
TOMA CONCIENCIA
|
Mundo social/total
|
Submundo social/parcial
|
|
TIPO DE SOCIEDAD
|
Primitiva y simple
|
Moderna y compleja
|

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